El menor logró burlar tres controles de seguridad y viajar más de 2.700 kilómetros, todo porque quería ir a vivir con otros familiares.

Internet es un vasto depósito de información y, con solo unos pocos clics, las personas, incluidos los niños, pueden conocer todo lo que deseen. Un niño de nueve años en Brasil hizo exactamente eso y buscó en Google "cómo subir a un avión sin ser visto" para viajar casi 2700 kilómetros lejos de casa.

Según los informes, el niño se escapó de su casa en Manaus y se coló en un vuelo de Latam Airlines para llegar a Guarulhos en el Gran São Paulo. JC Net , un sitio web de medios locales, informó que la policía que investiga el caso dijo que el “niño actuó completamente solo” y logró “eludir los sistemas de seguridad” para entrar al avión.

La madre de Emmanuel, Daniele Marques, contó que se despertó en la madrugada del pasado sábado, 26 de febrero, y, como de costumbre, fue a ver cómo estaba su pequeño, a quien encontró durmiendo profundamente. Horas después volvió a la habitación y se encontró con que ya no estaba.

Inmediatamente, Marques empezó a buscarlo y denunció su desaparición.

Tras horas de terrible angustia y desespero, una azafata notó que había un niño solo en un avión que desde Manaos, Brasil , viajaba a la región de Guarulhos.

Luego de que el menor pasara a manos de la Policía Especializada en Protección a la Niñez y la Adolescencia, se conoció que buscó en el computador cómo colarse en un avión. Acto seguido, Emmanuel tomó algunos buses al azar hasta llegar al aeropuerto.

Cuando el pequeño estaba en la terminal aérea -le contó después a su madre-, logró pasar desapercibido al mezclarse entre los demás pasajeros. Luego de mirar la tabla de vuelos en sala y a punto de despegar, seleccionó una de las aeronaves y sin ningún tipo de documentación ni pase para abordar logró subirse a un avión.

Tras reportar la desaparición en terminales de transporte, una auxiliar de vuelo que iba rumbo a Guarulhos, y donde viajaba Emmanuel, notó que el menor estaba solo.

Cerca de las diez de la noche, Marques recibió la llamada que le informó que lo habían localizado a 2.700 kilómetros de casa.